| Santa Escolastica

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Un corazón arrepentido y humillado tú no lo desprecias, Señor. Salmo 50.

En el peligro, Señor, estás conmigo. Salmo 90.

Descendiste, Señor, como lluvia sobre el césped, y viniste a salvarnos. Salmo 71.

El Señor ha sido bueno con su tierra y nos ha dado La Paz. Salmo 84.

Haz brillar para nosotros la luz de tu rostro, Señor. Salmo 79.

El Señor te enseñará el camino de la vida y tu alma vivirá feliz. Salmo 24.

Líbranos del Malo: “Dios es fiel y no permitirá que sean tentados por encima de sus fuerzas”

Perdona nuestras ofensas: “Reconcíliate primero con tu hermano y después vuelve a presentar tu ofrenda”

Danos hoy el Pan de cada día: “El Padre del cielo les dará cosas buenas a los que le piden”

Hágase tu voluntad: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”

Santificado sea tu Nombre: “Sean santos porque Yo soy santo”.

Que estás en los cielos: “La vuelta a la patria perdida”

¡Padre Nuestro! La audacia de llamarlo “Padre”

La oración de Pablo: “¿Qué tengo que hacer, Señor?”

La oración de Esteban: “Señor, no les tengas en cuenta este pecado”.

La oración de Pedro: “Señor, tú sabes que te amo”.

La oración de los discípulos de Emaús: “Quédate con nosotros Señor!”

La oración de Jesús la mañana de Pascua: “Resucité y estoy contigo”.

La oración de Jesús en Getsemaní: “No se haga mi voluntad”.

La oración de Jesús en la Última Cena: “Padre, ha llegado la Hora”.

Con la confianza de los hijos

Con fe en el poder De Dios

Con perseverancia y sin desfallecer.

Con humildad de corazón.

¡A Ti, Señor, levanto mi alma!

¡Ven, Señor Jesús!

Con María: guardando la Palabra.

Con los magos: adorando en silencio el misterio.

Instrumentum Laboris

La Eucaristía en la comunidad primitiva