Peticiones del Padrenuestro: santificado sea tu nombre
“Petición digna de quien ha llamado a Dios Padre: no pedir nada antes que la gloria de Dios, tenerlo todo por secundario en parangón con su alabanza. Porque “santificado sea” vale tanto como “glorificado sea”. Cierto que Dios tiene su propia gloria cumplida y que además permanece para siempre. Sin embargo, Cristo nos manda pedir en la oración que sea también glorificado por nuestra vida. Que es lo mismo que antes había dicho: Brille vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos. Y lo mismo los serafines, que le glorificaban decían así: Santo, santo, santo… Es decir, que “santificado” vale por “glorificado”. Concédenos -viene a decir el Señor- que vivamos con tal pureza, que todos te glorifiquen por nosotros. Obra de consumada filosofía: que nuestra vida sea tan intachable en todo, que cuantos la miren refieran la gloria de ello al Señor”.