Claustro
El claustro constituye el centro del Monasterio. En torno a él convergen todos los demás lugares regulares de la Comunidad. Con la pureza de sus líneas románicas, la solidez de sus muros y sus armoniosas bóvedas, ofrece el clima y el espacio de recogimiento propicio para el desarrollo cotidiano de la vida monástica.
Por él avanzan las procesiones litúrgicas, se comunican las dependencias y circula todo el movimiento de la casa. El silencio que lo invade solo se interrumpe en los momentos de recreo en los cuales sus galerías y su florido jardín al que corona una fuente cobran un aspecto hogareño.
Desde el claustro se accede al Coro, a la Biblioteca, al Refectorio, a los Talleres, a la cocina y a las celdas. Una de sus esquinas alberga la antigua imagen de la Reina de la Paz que presidía la primitiva capilla de la Fundación del Monasterio. A sus pies descansan los restos de la Fundadora y Primera Abadesa de Santa Escolástica, Madre Plácida de Oliveira.
Sus capiteles esculpidos recuerdan a las que los contemplan la primacía de la oración, la importancia de la vigilancia, los deberes del trabajo y como en una síntesis que brota de la piedra, elevan el espíritu hacia Cristo, fin de toda la vida monástica.