Intenciones por las que se ofrece la Eucaristía
- Intenciones eclesiales: “Ante todo por tu Iglesia santa y católica: para que le concedas la paz, la protejas, la congregues en la unidad y la gobiernes en el mundo entero, con tu servidor el Papa N., con nuestro obispo N., y con todos los que, fieles a la verdad, promueven la fe católica y apostólica”. La Misa se ofrece ante todo por la Iglesia. La Eucaristía es adoración, acción de gracias, pero también petición. Pedimos por la Iglesia, por su unidad. La Iglesia nace de la Eucaristía así como la Eucaristía nace de la Iglesia.
- El recuerdo de los vivos, tanto los presentes como los ausentes: “Acuérdate Señor de tus hijos N. y N. y de todos los aquí reunidos cuya fe y entrega bien conoces: por ellos y todos los suyos, por el perdón de sus pecados y la salvación que esperan te ofrecemos y ellos mismos te ofrecen, este sacrificio de alabanza, a ti, eterno Dios vivo y verdadero”. En el siglo V, un diácono leía en este lugar los nombres de los que ofrecían la Misa. Ahora se hace un silencio para que cada uno ofrezca la Misa por las personas que crea necesario. Es lógico que después de haber rezado por la Iglesia, por el Papa y por el Obispo, se rece por toda la comunidad presente y por todos los seres queridos o necesitados que no están en la celebración.