Salmo 135: el Gran Hallel

Dad gracias al Señor, porque es bueno,

    porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Dios de los dioses:

    porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Señor de los señores:

    porque es eterna su misericordia.

Sólo él hizo grandes maravillas:

    porque es eterna su misericordia.

Él hizo sabiamente los cielos:

    porque es eterna su misericordia.

Él afianzó sobre las aguas la tierra:

    porque es eterna su misericordia.

Él hizo lumbreras gigantes:

    porque es eterna su misericordia.

El sol que gobierna el día:

    porque es eterna su misericordia.

La luna que gobierna la noche:

    porque es eterna su misericordia.

Él hirió a Egipto en sus primogénitos:

    porque es eterna su misericordia.

Y sacó a Israel de aquel país:

    porque es eterna su misericordia.

Con mano poderosa, con brazo extendido:

    porque es eterna su misericordia.

Él dividió en dos partes el Mar Rojo:

    porque es eterna su misericordia.

Y condujo por en medio a Israel:

    porque es eterna su misericordia.

Arrojó en el Mar Rojo al Faraón:

    porque es eterna su misericordia.

Guió por el desierto a su pueblo:

    porque es eterna su misericordia.

Él hirió a reyes famosos:

    porque es eterna su misericordia.

Dio muerte a reyes poderosos:

    porque es eterna su misericordia.

A Sijón, rey de los amorreos:

    porque es eterna su misericordia.

Y a Hog, rey de Basán:

    porque es eterna su misericordia.

Les dio su tierra en heredad:

    porque es eterna su misericordia.

En heredad a Israel, su siervo:

    porque es eterna su misericordia.

En nuestra humillación se acordó de nosotros:

    porque es eterna su misericordia.

Y nos libró de nuestros opresores:

    porque es eterna su misericordia.

Él da alimento a todo viviente:

    porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Dios del cielo:

    porque eterna es su misericordia.

 

Esta oración, en forma de letanía, proclama la intervención de Dios en la historia humana  para  llevar a toda la realidad creada a una plenitud salvífica.

Benedicto XVI

El Salmo enumera los beneficios que Dios nos ha hecho. El peligro nuestro está en que la memoria del mal, de los males sufridos, a menudo sea más fuerte que el recuerdo del bien. Este Salmo sirve para despertar en nosotros también el recuerdo del bien, de tanto bien como el Señor nos ha hecho y nos hace, y para que podamos ver si nuestro corazón se hace más atento: en verdad, la misericordia de Dios es eterna, está presente día tras día.

Benedicto XVI

La bondad de Dios bendice sin interrupción y acumula dones sobre dones.

Filón

De todas las cosas que podemos decir en alabanza de Dios, la misericordia es la cualidad más adecuada.

San Agustín

Es propio de la misericordia de Dios no sólo perdonar —eso todos lo sabemos— sino ser generoso y dar más y más…. El Padre, jamás te da un regalo, lo que le pides, así, sin envolverlo bien, sin algo más que lo haga más bello.

Francisco

Del anuncio de la misericordia de Dios, que expresa la confianza en su amor omnipotente, tenemos particularmente necesidad en nuestro tiempo, en el que el hombre se siente perdido ante las múltiples manifestaciones del mal. Es preciso que la invocación de la misericordia de Dios brote de lo más íntimo de los corazones llenos de sufrimiento, de temor e incertidumbre, pero, al mismo tiempo, en busca de una fuente infalible de esperanza.

Juan Pablo II

El pecado puede ser perdonado y el hombre puede corresponder de nuevo a la dignidad de hijo predilecto de Dios. La cruz es la inclinación más profunda de la Divinidad hacia el hombre, es como un toque del amor eterno sobre las heridas más dolorosas de su existencia terrena.

Juan Pablo II

Con las palabras del salmista, demos gracias a Dios por todo lo que nos ha dado y hecho por nosotros, “porque es eterna su misericordia”.

Benedicto XVI