contemplacion






¿Cómo cantar con maestría al Señor?

En la misa, todos los días, cuando cantamos repitiendo “Santo, Santo…”, ésta es una oración de alabanza, alabamos a Dios por su grandeza, porque es grande. Y le decimos cosas hermosas, porque a nosotros nos gusta que sea así». … Alabar a Dios «es totalmente gratuito», “Gloria al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo…”. Con todo el corazón decimos esto. “¿cómo es mi oración de alabanza? ¿Sé alabar al Señor? ¿O cuando rezo el Gloria o el Sanctus lo hago sólo con la boca y no con todo el corazón?… Que la alegría, la oración de alabanza nos hace fecundos.

Francisco, martes 28 de enero de 2014

 

Canten a Dios con gratitud y de todo corazón

salmos, himnos y cantos inspirados

(Col 3,16)

En San Benito, para la plegaria y para el canto de los monjes, la regla determinante es lo que dice el Salmo: Coram angelis psallam Tibi, Domine –delante de los ángeles tañeré para ti, Señor (cf. 138, 1). Aquí se expresa la conciencia de cantar en la oración comunitaria en presencia de toda la corte celestial y por tanto de estar expuestos al criterio supremo: orar y cantar de modo que se pueda estar unidos con la música de los Espíritus sublimes que eran tenidos como autores de la armonía del cosmos, de la música de las esferas… La cultura del canto es también cultura del ser y los monjes con su plegaria y su canto han de estar a la altura de la Palabra que se les ha confiado, a su exigencia de verdadera belleza. De esa exigencia intrínseca de hablar y cantar a Dios con las palabras dadas por Él mismo nació la gran música occidental. No se trataba de una «creatividad» privada. Se trataba más bien de reconocer atentamente con los «oídos del corazón» las leyes intrínsecas de la música de la creación misma, las formas esenciales de la música puestas por el Creador en su mundo y en el hombre, y encontrar así la música digna de Dios, que al mismo tiempo es verdaderamente digna del hombre e indica de manera pura su dignidad.

Benedicto XVI – 12/9/2008

El canto y la Liturgia

 

Amonesta el Apóstol a los fieles que se reúnen esperando unidos la venida de su Señor, que canten todos juntos salmos, himnos y cánticos inspirados (cfr. Col 3,16). Pues el canto es signo de la exultación del corazón (cfr. Hch 2, 46). De ahí que San Agustín dice con razón: “Cantar es propio del que ama”, mientras que ya de tiempos muy antiguos viene el proverbio: “Quien canta bien, ora dos veces”. IGMR 39

… En cuanto a la formación de todo el pueblo para el canto, será desarrollada seria y pacientemente, al mismo tiempo que la formación litúrgica, según la edad de los fieles, su condición, su género de vida y su nivel de cultura religiosa…

Musicam Sacram 18

En el canto la fe se experimenta como exuberancia de alegría, de amor, de confiada espera en la intervención salvífica de Dios.

Papa San Juan Pablo II – Carta a los artistas, 12.

Las aclamaciones

La Instrucción Musicam Sacram las coloca en primer lugar en la participación de los fieles. Las aclamaciones y las respuestas de los fieles a los saludos del sacerdote y a las oraciones constituyen el grado de participación activa que deben observar los fieles congregados en cualquier forma de Misa, para que se exprese claramente y se promueva como acción de toda la comunidad.(IGMR 35)

Kyrie

Otras partes muy útiles para manifestar y favorecer la participación activa de los fieles, y que se encomiendan a toda la asamblea convocada, son principalmente el acto penitencial, la profesión de fe(credo), la oración universal y la Oración del Señor.(IGMR 39)

La alegría cristiana deriva de la alabanza a Dios.

¿Qué es este alabar a Dios?

Alabarle a Él gratuitamente,

como es gratuita la gracia que Él nos da.

Y la eternidad será esto: alabar a Dios, será bellísimo.

Papa Francisco-31 de mayo de 2013

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