21 de noviembre: Jornada pro orantibus
Esta jornada es un día privilegiado
para pensar en las contemplativas,
reflexionar sobre la vida contemplativa
y sobre todo orar por las contemplativas.
…Cuando uno piensa en una contemplativa, piensa enseguida en una persona serena y pacificadora, instalada casi en la eternidad, capaz de comunicar alegría y esperanza, capaz de entender fácilmente a los demás porque lo mira todo desde Dios. Y es verdad. Cada monasterio es un verdadero don de Dios a la Iglesia. Y cada contemplativa es una cercana invitación del Señor a ser felices en el silencio de la soledad, en la intimidad de la oración, en la serenidad de la cruz……Pero nos olvidamos con frecuencia que también la contemplativa es una persona en camino, en búsqueda, en destierro. Es alguien que vive en el desierto deseando ardientemente la tierra prometida. Es una mujer pobre que siente más que nadie los límites de su pobreza y el dolor de su impotencia. Cree en la infalible eficacia de la oración; pero con frecuencia no percibe el fruto directo de la suya. Por eso es preciso ‘orar por las orantes’. ¡Sostener los brazos de Moisés!… .
..Está bien que “pidamos oraciones” a las contemplativas. En cierto modo es “su oficio”, su tarea, en la Iglesia. Pero el compromiso de rezar por las contemplativas —por la renovada y gozosa fidelidad a su misión en la Iglesia— es urgencia solidaria de toda la Iglesia: sobre todo, de la Iglesia local. Tener un monasterio en la diócesis es verdaderamente una gracia de Dios.
Pero tener un monasterio vivo, permanentemente joven y fiel, es responsabilidad también de toda la comunidad diocesana. Cuando en determinados tiempos un grupo de jóvenes, acompañados por religiosas y sacerdotes, se acercan a un monasterio para rezar, ocurre providencialmente un intercambio eclesial: a los jóvenes —¡a los sacerdotes y religiosas!— les hace mucho bien estar allí y haber rezado con las monjas (o haberlas “visto” y “escuchado” rezar), pero también les hace bien a las monjas la presencia, la oración, la disponibilidad de los jóvenes. Porque les ayuda a ser fuertes y a centrarse en los valores esenciales…
…Me parece que hoy es un día privilegiado para que pensemos en la contemplativas y recemos por ellas: para que no dejen de ser contemplativas, para que nos enseñen a gustar la sabiduría de la cruz, para que nos comuniquen siempre el fruto pascual de la reconciliación, de la alegría y la esperanza.”
CARDENAL PIRONIO
Oración Colecta: Te pedimos, Padre, por la intercesión de la Santísima Virgen María, que cuantos la veneramos en esta gloriosa conmemoración, merezcamos también participar de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Lectura de la Profecía de Zacarías 2, 14-17
Grita de júbilo y alégrate, hija de Sión: porque Yo vengo a habitar en medio de ti
-oráculo del Señor-. Aquel día, muchas naciones se unirán al Señor: ellas serán un pueblo para Él y habitarán en medio de ti. ¡Así sabrás que me ha enviado a ti el Señor de los ejércitos! El Señor tendrá a Judá como herencia, como su parte en la Tierra santa, y elegirá de nuevo a Jerusalén. ¡Que callen todos los hombres delante del Señor, porque Él surge de su santa Morada!
Salmo responsorial:
R/ El Poderoso ha hecho obras grandes por mí, su nombre es santo.
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador. R.
Porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí,
su nombre es santo. R.
Y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón. R.
Derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos. R.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. R.
Evangelio según san Mateo 12,46-50
Jesús estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con Él. Alguien le dijo: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte”.
Jesús le respondió: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?” Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: “Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”.
¿En qué consiste la jornada pro orantibus?
El 21 de noviembre de 1953, el Papa Pío XII instituyó este día como la Jornada Pro Orantibus, dedicada a reflexionar y orar por las comunidades religiosas de vida contemplativa.
Se trata de una jornada destinada a agradecer el don de la vida contemplativa para la Iglesia, a pedir por nuestros hermanos y hermanas contemplativos y a acrecentar en las comunidades cristianas la conciencia de este don y la responsabilidad de todos en sostenerlo.
MENSAJE DE MONS. FASSI
para la Jornada de oración por la vida contemplativa
Hay cosas en la vida que son muy importantes para nosotros, y otras que son relativas. A veces, en el trajín cotidiano, cuando sobre todo vamos detrás de lo urgente, no siempre distinguimos lo que es realmente importante de lo que es relativo, lo que es esencial para nuestras vidas y lo que podríamos desprendernos y dejar pasar. A veces vamos tanto tiempo detrás del urgente que confundimos lo urgente con lo esencial. Gracias a Dios, tenemos testimonios de gente que ha dedicado su vida a poder estar en contacto siempre con lo esencial, pero no para desentenderse de lo importante y de lo urgente del mundo, sino para mostrarnos a nosotros un rumbo, para que nosotros no perdamos el rumbo ni la vista, de lo que es esencial en la vida.
La vida contemplativa, vida consagrada contemplativa, Monjes y Monjas, Hermanos y Hermanas que se dedican principalmente en sus días a la oración y al trabajo, nos están diciendo en la oración y el trabajo, cómo orientar nuestras vidas hacia lo que es realmente esencial.
Damos gracias a Dios por el testimonio de estas personas que nos van recordando siempre, dónde está el final, cuál es el horizonte, hacia dónde vamos, nos muestran a Dios viviente en medio de nuestras vidas, nos muestran que lo esencial, como diría el Principito, se nos hace invisible a los ojos. Ellos y ellas quieren ser en medio del mundo, un testimonio abierto, brillante, un testimonio visible de lo que es esencial para nuestras vidas.
Gracias Hermanos y Hermanas contemplativas, especialmente de la Diócesis de San Isidro, que en lo oculto, en silencio, sin que nosotros lo sepamos, están sosteniendo nuestras vidas.