Textos citados y comentados

• Te compadeces de todos, Señor, porque todo lo puedes y disimulas los pecados de los hombres para que se arrepientan. Eres indulgente con todas las cosas, porque son tuyas, Señor que amas la vida (Sab 11,23-26).
• Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre (Papa Francisco, Bula de convocación del Jubileo de la misericordia).
  Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: ¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?….Conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior… dice: Para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Él se levantó y al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos. Todos quedaron asombrados y glorificaban a Dios diciendo: Jamás vimos cosa parecida (Mc 2).
• Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios (Papa Francisco, Bula de convocación del Jubileo de la misericordia).
• Y todas las gentes que habían acudido a aquél espectáculo, al ver lo que pasaba, se volvieron golpeándose el pecho (Lc 23,48).
• Vuelvan a mi de todo corazón, con ayuno, con llantos y con lamentos. Desgarrad el corazón no las vestiduras, vuelvan al Señor su Dios, porque él es clemente y compasivo, tardo par la cólera, rico en amor y se ablanda ante la desgracia. Quien sabe si volverá y se ablandará, y dejará tras sí una bendición (Joel 2,12-14).
• Clamen a Dios con fuerza; que cada uno se convierta de su mala conducta y de la violencia que hay en sus manos. ¡Quién sabe! Quizás vuelva Dios y se arrepienta… Vio Dios lo que hacían, cómo se convirtieron de su mala conducta y se arrepintió del mal que había determinado hacerles y no lo hizo (Jonás 3,8-10).
• Ante la gravedad del pecado, Dios responde con la plenitud del perdón. La misericordia siempre será más grande que cualquier pecado y nadie podrá poner un límite al amor de Dios que perdona (Papa Francisco, Bula de convocación del Jubileo de la misericordia).
• Así dice el Señor: habla a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en la casa del Señor todas las palabras que yo te he mandado hablarles, sin omitir ninguna. Puede que oigan y se torne cada cual de su mal camino, y yo me arrepentiría … (Jer 26,2-4).
• Cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará…. Que tu ayuno no sea conocido por los hombres sino por tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará (Mt 6).
• Elías, sal y ponte en el monte ante Dios. Y he aquí que el Señor pasaba. Hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebrantaba las rocas ante el Señor, pero el Señor no estaba en el huracán. Después del huracán un temblor de tierra, pero el Señor no estaba en el temblor. Después del temblor, fuego, pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, el susurro de una brisa suave (la voz de un fino silencio). Al oírlo Elías se cubrió el rostro con el manto, salió y se puso en la entrada de la cueva. Y le fue dirigida una voz que le dijo: ¿Qué haces aquí Elías? (1Re 19,11-13).
• Es Dios el que los exhorta por intermedio nuestro: Déjense reconciliar con Dios… No reciban en vano la gracia de Dios: este es el momento favorable, este es el día de la salvación… (2Co 5,20-6,2).
• El hijo se irritó y no quería entrar. Salió su padre y le suplicaba…. (Lc 15,28).
• El que está en Cristo es una nueva creatura, pasó lo viejo, todo es nuevo. Y todo proviene de Dios que nos reconcilió consigo por Cristo. Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta los delitos de los hombres (2Co 5,17-19).
• Si llevas cuentas de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? (sal 129)