Una vez reunido el pueblo de Dios

La descripción del desarrollo de la Misa, al principio del Misal, empieza con estas palabras: “una vez reunido el pueblo de Dios”. Todo empieza con la reunión de los bautizados que viven en un lugar determinado. La Eucaristía es la expresión más alta de la vida de la Iglesia en el seno de la comunidad de los hombres. Dispersos por su implantación familiar o profesional en diferentes barrios de la ciudad, los cristianos herederos de las comunidades apostólicas, se reunían los domingos en un mismo lugar. La asamblea del domingo refleja en la tierra la liturgia del cielo. Iglesia quiere decir asamblea convocada. El Señor nos ha llamado como hizo a orillas del mar de Galilea con los primeros apóstoles. Por esto Cristo está presente en medio de los fieles reunidos, aún antes de comenzar la Misa como él mismo lo dijo: “donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20). Por eso llegamos temprano a la Iglesia para empezar todos juntos a alabar a Dios.

La Misa Ayer y Hoy – Pierre Jounel