Segunda Lectura
Después del Salmo Responsorial, se lee la Segunda Lectura, tomada del Nuevo Testamento, de las Cartas de los Apóstoles. Esta lectura es muy importante, porque la Iglesia se apoya en el testimonio de los Apóstoles. Cada Domingo, Pedro, Juan o sobre todo Pablo, está realmente presente en la asamblea, iluminándola y guiándola, a veces incluso despertándola de su sopor, como lo hizo en otro tiempo en Roma, en Éfeso o en Corinto. A lo largo de los tres ciclos (años A-B-C) las epístolas de San Pablo se leen, en el tiempo ordinario, de una manera semicontinua. El orden de los capítulos se respeta siempre, asegurando la continuidad de la exposición del pensamiento del apóstol. Lo mismo que los primeros cristianos, los cristianos del siglo XXI tienen necesidad de alimentar su fe en el misterio de Cristo y de su Iglesia. Esta lectura nos prepara para recibir el Evangelio.
