Francisco-saludo






El saludo

“El Señor esté con ustedes”: Este saludo del sacerdote atrae irresistiblemente la respuesta de la asamblea: “Y con tu espíritu”. Es característico y vuelve a aparecer muchas veces a lo largo de la celebración de la Eucaristía y nos habla del misterio de la Iglesia reunida.

Se podría decir que esta frase es una especie de señal para llamar nuestra atención. Es el más simple de los saludos propuestos para abrir la celebración de la Eucaristía, volvemos a encontrarlo en el corazón de la liturgia de la Palabra, antes del Evangelio, luego al final de la plegaria eucarística donde introduce el diálogo antes del Prefacio, y por último, antes de la bendición final en el momento de la despedida de la asamblea. Constatamos, entonces, que por medio de esta repetición se quieren resaltar los grandes momentos de la Eucaristía.

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