“Con la Plegaria eucarística, oración de acción de gracias y de consagración llegamos al corazón y a la cumbre de la celebración” (CIC 1352).

Esta Plegaria Eucarística comienza con un diálogo: “El Señor esté con ustedes” – “Y con tu espíritu” . “El Señor esté con ustedes” es una expresión de origen judío. Era un saludo que se utilizaba con frecuencia. Es el saludo que el Ángel Gabriel le dice a María. La respuesta “Y con tu espíritu” significa que el Señor se haga presente en la persona y la colme de bendiciones. La expresión “Levantemos el corazón” es de origen cristiano y tiene por finalidad elevar el corazón hacia las cosas de lo alto, dejar por un momento las preocupaciones y “tener el pensamiento puesto en las cosas de lo alto y no en las de la tierra” para poder unirnos a Cristo en su entrega al Padre. “Demos gracias a Dios”, es el tema central de la Plegaria Eucarística y nos invita a participar en ella. La acción de gracias fue siempre la oración cristiana por excelencia, que es reconocer y adorar el amor de Dios hacia nosotros, por eso respondemos: “Es justo y necesario”. Esta es una aclamación que solía pronunciar, como signo de aprobación, el pueblo romano en sus asambleas. El diálogo introductor, fomenta la unidad en la oración entre el celebrante y la asamblea, haciendo que la asamblea tome conciencia de su intervención activa en la Plegaria.